La hipoplasia dental es un defecto del esmalte que genera que los dientes tengan una superficie frágil que es mucho más susceptible a la abrasión. Este problema puede plantear muchos más peligros para tu dentadura de los que imaginas. Es por ello que en los siguientes párrafos exploraremos más a fondo el tema y expondremos las técnicas de defensa que puedes emplear, fundamentalmente, el uso de coronas dentales.

El problema de la estética

La hipoplasia dental se manifiesta casi siempre a través de áreas opacas, manchas blancas e inclusive a través de pequeño huecos y fisuras que, al ir adquiriendo una tonalidad marrón, pueden darles a los dientes una apariencia sucia e irregular. Estas manchas no se eliminan con blanqueamiento debido a que implican desmineralización, además, dificultan la realización de otros tratamientos debido a que demarcan áreas frágiles por donde la superficie del diente puede fracturarse o dañarse a profundidad mientras el especialista trabaja.

El riesgo de problemas mayores

La fragilidad de esmalte hace que los dientes de los pacientes que sufren este defecto sean mucho más susceptibles a sufrir sensibilidad intensa y, también, a que corran un riesgo mayor de desarrollar caries agresivas, pues las bacterias tienen mayor facilidad para instalarse y para hacerlo en áreas donde es más complicado eliminarlas durante la limpieza diaria regular.

El punto final

La hipoplasia se puede frenar corrigiendo los problemas de salud que la puedan exacerbar, como son los males renales y hormonales que afectan la absorción del calcio. También es posible que el paciente se someta a un tratamiento de remineralización que permita recuperar la fortaleza natural del esmalte. Una forma de acabar con la fragilidad, y de hacerlo de forma contundente en piezas que han sido profundamente afectadas, es aplicar coronas dentales que restauren y protejan luego de la curación de las zonas con mayor daño. Los odontólogos especialistas de la clínica Muller en Valencia pueden hacer esto y mucho más, así que no temas, ya que, de ese modo, ni la hipoplasia ni ninguna otra afección dental te ganará la batalla.

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